Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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1703
Legislatura: 1901-1902 (Cortes de 1901 a 1903)
Sesión: 30 de enero de 1902
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: 109, 3178
Tema: Demanda de un crédito extraordinario para los trabajos de extinción de langosta

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra. (Grandes rumores y protestas.- varios Sres. Diputados: A votar, a votar.)

El Sr. PRESIDENTE: Perdonen los Sres. Diputados, ese es un punto fuera de toda duda en el Reglamento; desde el momento en que no hubo votación, puede pedirse la palabra, y la he concedido repetidamente para explicar el voto. (El Sr. Romero Robledo: Pido la palabra para explicar mi voto.) El Sr. Presidente del Consejo de Ministros tiene la palabra.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Lo que no quiero es molestar a las oposiciones; de manera que si deseáis que no hable, no hablo; pero si me lo permitís, diré algunas, muy pocas palabras.

Hay en esta proposición un favor y un disfavor: un favor dispensado a un Ministro; un disfavor dirigido a otro; pero como el favor dispensado a un Ministro, más que el de agraciarle a él, lleva el propósito de desfavorecer al otro, resulta que no puede ser agradecido, porque cuando se trata de un favor hecho a uno para desfavorecer a otro, ese uno no lo agradece, y el otro, como disfavor, lo tiene que rechazar; por consiguiente, si como favor no se puede agradecer, y no se acepta, y como disfavor se rechaza, pido a la mayoría que rechace la proposición. (Muy bien).

Pero, además, yo deseo que la mayoría rechace la proposición, porque no son estas proposiciones el camino mejor para conseguir el resultado apetecido. El camino mejor para conseguir el resultado que se desea, es el que realmente sigue el Sr. Ministro de Agricultura y sigo yo, que en este punto estoy con el Sr. Ministro de Agricultura, procurando convencer al de Hacienda de la necesidad del gasto y después de la seguridad de que el que las Cortes voten ha de ser debidamente empleado (Muy bien), y como por los datos y las noticias que el Sr. Ministro de Agricultura ha suministrado ya y sigue suministrando al de Hacienda, éste está ya convencido, según conversación que anteayer tuvimos, resulta que el Sr. Ministro de Hacienda, que no tiene realmente fe en la eficacia de este remedio, no quiere tampoco cerrar los oídos a las demandas de tantos representantes del país y a los clamores de tantos pueblos, y aquí presentará un proyecto de ley con ese objeto en la forma que él crea conveniente, para que el servicio sea debidamente cumplido y queden garantizados los intereses del Tesoro. (El Sr. Silvela, D. Eugenio: ¿Cuándo?) Lo presentará oportunamente, para que el remedio, si lo es, sea eficaz. (Muy bien.)



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